• Impulsa Balears desvela la fórmula para reposicionar La renta per cápita balear en el entramado regional europeo

    2016-09-26-impulsa-newsletter-3-01

     

    La Fundación IMPULSA BALEARS asegura que es posible reposicionar la renta per cápita de Balears por encima de la media europea y retornarla a posiciones similares a las que ocupaba en la distribución autonómica al inicio de este siglo desde una mejora continua de la productividad basada en la corrección del retraso que acumula respecto de las regiones más avanzadas en palancas clave de competitividad.

    Este es el principal mensaje que se desprende del tercer número de la colección i|posicionament que, bajo el título Renta per cápita y competitividad, otorga un carácter altamente estratégico a la relación existente entre los diferenciales de renta per cápita, los diferenciales de productividad y los diferenciales de competitividad que el archipiélago mantiene respecto de su entorno competitivo para preservar los estándares de calidad de vida alcanzados.

    Balears ha experimentado a lo largo de los últimos quince años la duodécima erosión más intensa del diferencial de renta per cápita respecto del conjunto europeo y ha descendido de la posición 57 a la 121 en el ranking formado por 276 regiones.

    Según los últimos registros aportados por Eurostat, la renta per cápita de las islas ajustada por la paridad del poder de compra ha incurrido en un diferencial negativo respecto del conjunto de la UE-28 (95,3%, 2014 vs 120,9%, 2000) que ha rebajado el archipiélago de la posición 57 a la 121 del ranking formado por las 276 regiones europeas. Así mismo, según los últimos datos publicados por el INE, la renta per cápita balear, que actualmente se cifra en un total de 24.393,86 euros por habitante, ha acortado durante los últimos quince años el diferencial positivo respecto del territorio nacional (104,8%, 2015 vs 124,1%, 2000).

    Estos resultados reflejan una clara afectación de la capacidad generadora de valor, pues el producto interior bruto por habitante ha acumulado a lo largo del periodo 2000-2015 una contracción (-16,4%) que contrasta claramente con el ascenso del conjunto nacional (6,5%) y, especialmente, de la UE-28 (15,2%). Tal como revelan los datos extraídos de Eurostat para el periodo 2000-2012, única fuente que publica datos oficiales a este nivel de desagregación territorial, el descenso real de la renta per cápita se extiende a las distintas economías insulares, siendo especialmente intenso en Menorca (-25,7%), seguido de Mallorca (-16,3%) e Ibiza-Formentera (-12,4%).  

    Balears ha ampliado los diferenciales negativos de productividad, lo que ha erosionado los diferenciales de renta per cápita del archipiélago.

    La ampliación de los diferenciales negativos de productividad que ha experimentado el archipiélago durante los últimos quince años respecto de la media de la UE-28 (89,6%, 2015 vs 91,2%, 2001) y, más todavía, respecto de los países que forman parte de la zona del euro (83,2%, 2015 vs 81,5%, 2000) explica buena parte de los diferenciales de renta per cápita. Así mismo, la productividad balear ha acortado el diferencial positivo que mantenía respecto del territorio nacional al inicio del periodo y ha terminado situándose por debajo de la media nacional (97,8%, 2015 vs 104,8%, 2000). Estos resultados revelan la preferencia del archipiélago y cada una de sus islas por seguir basando el proceso de generación de rentas en un patrón de acumulación de factores productivos –como es el trabajo– cuando en el entorno competitivo en el que operan los diferenciales de renta per cápita no se explican por la distinta dotación factores, sino por la distinta capacidad de crear valor por cada unidad de factor disponible.

    Balears mantiene amplios diferenciales de competitividad respecto de las regiones europeas con un nivel de renta per cápita similar al que ostentaba el archipiélago al inicio de este siglo.

     

    Balears se sitúa en un tramo de competitividad ‘baja’ en los impulsores de la eficiencia y la innovación (posiciones 195 y 173 sobre 276 regiones europeas, respectivamente) que en términos generales, no resulta suficiente para afrontar una mejora real y efectiva de la productividad capaz de revertir la erosión de los diferenciales de renta per cápita y, todavía menos, recuperar las posiciones perdidas en este sentido a lo largo de los últimos quince años. De hecho, tan sólo cabe tener en cuenta que reposicionar la renta per cápita balear por encima de la media europea y, más todavía, retornarla a niveles similares a los que ostentaba al inicio del nuevo siglo, requiere llevar a cabo un importante esfuerzo estratégico, pues cuatro de cada cinco regiones que actualmente presentan una renta per cápita superior al 110% de la media europea se posicionan en tramos de competitividad ‘muy alta’ (posiciones 1-50)  o ‘alta’ (posiciones 51-100) tanto en el ámbito de los impulsores de la eficiencia como de la innovación.